Mariposas_en_el_estomago

Naruto©Masashi Kishimoto

Pareja: NaruHina

One - shot
Género: Romance/Comedia



                   Mariposas en el estómago


El inicio de clases se apertura y el sonido del timbre anunciando el ingreso  a sus aulas reparó en los estudiantes.

El bullicio y el clásico parloteo de lo que hicieron en sus vacaciones inundó el aula.

La cara de un rubio se desencajó al escuchar como su compañero de asiento le hacía una broma acentuando el reciente mote, y es que ya no había remedio y habría que resignarse para ese año también.

Sus ojos azules brillaron cuando vio que la muchachita tímida de piel pálida avanzaba con gracia hasta la chica de cabellos rosas.

¡Ese año iba a ser estupendo!

Ya lo podía ver y casi hasta saborearlo.  Por que ese año lo aprovecharía mucho, sobre todo porque ahora tenía bien claro lo que sentía por Hinata Hyuga.


Por otro lado, Sakura despegó su mirada del libro que leía cuando sintió que su amiga pasaba una mano por sus cabellos cariñosamente y besaba su mejilla como acostumbraba.

-¡Hinata! Que alegría verte… pensé que ya no continuarías estudiando aquí… ya sabes… por lo que sucedió con tu familia.

-¡Oh! No hay problema con eso, las cosas han dado un giro enorme y muy favorable, mi familia ya ha salido de aquel problema y tal parece que la empresa de papá está mejorando.

-Me alegra mucho… - su sonrisa se amplió cuando vio a Naruto haciendo quecos con las manos tratando de llamar la atención de las muchachas. Hinata giró su cara y sintió como la sangre se le acumulaba bruscamente en las mejillas.

Eso era algo que tampoco cambiaría y habría que resignarse.

-Naruto – kun… - susurró con debilidad, sus rodillas temblaron y el corazón comenzó a bombear fuerte, tanto que hasta pensó que escucharían sus latidos por todo el aula.

-Calma Hinata, solo es Naruto… - canturreó Sakura con diversión.

-Ojojo… ¡Hinata –chan! ¡Sakura – chan! Las extrañé mucho. – y sus brazos rodearon a ambas con fuerza, sin embargo Naruto se encargó de que su afectividad y principalmente sus labios rozaran las mejillas de Hinata con la breve intención de besarla con la ternura suficiente para expresar sin decir nada un… “te quiero”.  

Y valla que había tenido un efecto intenso, pero no el que él esperaba. Hinata –chan había cogido un color rojo casi fosforescente y se había desvanecido en sus brazos. Estaba desmayada.

Sakura sonrió por la situación y Naruto balbuceó preocupado.

-No te preocupes Naruto, está bien… solo fue un desmayo.

-P – pero yo… yo no quise…

-Llévala a enfermería antes de que llegue Kakashi, aunque no creo que debas preocuparte por eso,  y… tómate tu tiempo, ya sabes.

-S-sí. – tartamudeó nervioso. Preguntándose el “cómo” Sakura se había dado cuenta de sus intenciones, pero sobre todo, de sus sentimientos.


Cogió a Hinata en brazos y se la llevó fuera del aula, cuidando de que su diminuta falda no se levantase y que los mirones pervertidos aprovecharan la situación.

Gruñó y apretó las cejas cuando vio la fea mueca que le hacía Kiba Inuzuka, pero luego su rostro se transformó a algo parecido a un gesto arrogante, tan impropio de él, y es que las condiciones ameritaban que Kiba estuviese retorciéndose de los celos mientras veía como Naruto cargaba a la muchacha de la cual llevaba enamorado tres años, el rubio elevó las cejas y le sacó la lengua, jactándose de tener puntos a su favor.

¡Que año!
¡Qué año, Kami!
¡Estaba iniciando con el pie derecho, era una señal!



Sus párpados se levantaron con pesadez y la luz del sol golpeó sus pupilas cegándola.

-Hinata… - y esa voz la hizo tensarse.

-Emh… Naruto – kun…

-Lo siento… yo… no  quise… - Estaba nervioso, y Hinata no comprendió el motivo.

-No hay porqué pedir disculpas Naruto – kun, yo… no sé porque me… pasó esto. - y sí que lo sabía.

-Estás mejor ¿verdad?

-S – sí…

-Bien… la enfermera dijo que debías tomar aire fresco.

-P – pero…

-No te preocupes por las clases, cuando estuviste dormida fui a hablar con la vieja Tsunade para explicarle lo que ocurrió, dijo que por ser inicio de clases permitiría que te tomaras un tiempo para reposar y que yo estuviese a cargo de ello.

-Gracias…

-No hay de qué, Hinata –chan.




El ambiente se tensó y el silencio existente se hizo más que incómodo, sobre todo por el hecho de que ninguno de los dos  sabía como entablar una conversación.
Naruto estaba metido en un dilema con su yo interior, en hablar de lo que había descubierto en sus vacaciones, pensar y ocupar sus pensamientos solo y exclusivamente en ella… sin embargo, siendo él tan fácil de hablar, ese tipo de temas lo ponían nervioso, o sería porque era la primera vez que sentía algo así, no,  corrección, ya lo había sentido por Sakura pero… esto era diferente, era algo más intenso, se sentía más… penetrante.

Alzó la vista y se fijó en el perfil de Hinata, ella parecía estar tranquila, parecía que estaba ajena a lo que había a su alrededor.

Sus mejillas morochas ardieron y abrió la boca para decir algo pero volvió a cerrarla.

-¡Carajo! – chilló y se rascó la cabeza ¡¿Por qué las cosas tenían que ser tan difíciles?!

Hinata lo miró preocupada y se sintió mal por él, seguramente que su presencia le incomodaba…

-Naruto – kun… si no quieres…

-¡¿Eh?! ¡No! ¡No! Yo… solo pensaba… y lo dije en voz alta… - rió nervioso, ¡mierda! Ella se estaba incomodando.

-¡Oh!

Los minutos corrieron y ninguno de los dos decía algo… hasta que Naruto decidió que era momento de hablar…

-Hinata –chan…

-¿Sí, Naruto – kun?

-¿Alguna vez has sentido esa sensación?

-¿Cuál,  Naruto – kun?

- Esa sensación que uno siente en el estómago…

- ¿En el estómago?

-Sí… es como una especie de cosquillas… pero no ríes, son como si miles de mariposas revolotearan en la panza y…

-Sí…

-¿Cuándo? – estaba curioso, ¡ella también lo sentía! Pero…

-Cuando estoy contigo… - y la respuesta llegó de golpe, su corazón se paró en una sola, sus pensamientos se quedaron en blanco y sus sentidos solo eran capaces de repetir la respuesta de la muchacha una y otra vez… luego todo se volvió borroso, oscuro y lo último que pudo escuchar fue la voz preocupada de Hinata llamándolo...